CON EL ESPÍRITU SANTO
Dios es nuestro Padre al que clamamos desde el corazón.
Jesucristo está vivo en nosotros
El Evangelio está lleno de poder y es fuerza transformadora.
La Iglesia se hace presente y somos miembros de ella esparciendo gracia.
El sufrimiento tiene valor en unión con Cristo.
El amor es darse por el bien del otros.
La autoridad es oportunidad para servir.
La muerte es comenzar la vida eterna.
SIN EL ESPÍRITU SANTO
Dios es un policía del que queremos escapar.
Jesucristo es una consigna del pasado
El Evangelio son palabras que ni entendemos ni podemos vivir.
La Iglesia se percibe como una organización humana.
El sufrimiento es absurdo y sin sentido.
El "amor" es un interés egoísta y temporal.
La autoridad es tiranía.
La muerte es un cruel final.